
Éste año la pequeña motosierra se está portando bien, a pesar de que he tenido que hacer mucha leña.
En la montaña se hace imprescindible tener una motosierra.
No echo en falta ni una tele, ni un móvil, ni me importa lavar la ropa a mano... pero sería incapaz de serrar toda la cantidad de madera que se necesita para vivir aquí.
¡Es mucho, incluso para los de Bilbao!