jueves, 30 de junio de 2011

Mini (foto)


Hace tiempo que no ponemos imágenes de "Mini".
No es porque haya desaparecido, que sigue en el pueblo.

Aunque ya tiene más de un año de edad,
"Mini" se ha quedado pequeñita.
Es la eterna adolescente, nuestra "Peter Cat".
Continúa siendo muy dulce con los humanos.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mini a ti te puedo contar ,que Rufus se ha ido al cielo y estoy muy triste.Por eso hace tiempo que no me comunicaba
hasta lueguito,un lamezoncito.

Para Maria dijo...

"Rufus"tu no comprendes: lo cantan tus orejas,
el tabaco inocente, tonto de tu mirada,
los largos resplandores que por el monte dejas
al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.

Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
que de improviso surgen de las rotas neblinas
arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
todo el terror reciente de su casa en ruinas.

A pesar de esos coches fugaces, sin cortejo,
que transportan la muerte en un cajón desnudo,
de ese niño que observa lo mismo que un festejo
la batalla en el aire, que asesinarle pudo.

A pesar del mejor compañero perdido,
de mi más tristísima familia que no entiende
lo que yo más quisiera que hubiera comprendido,
y a pesar del amigo que deserta y nos vende.

"Rufus"mi camarada,
aunque tu no lo sabes, nos queda todavía,
en medio de esta heroica pena bombardeada,
la fe, que es alegría, alegría, alegría

Homenaje a "Rufus" dijo...

Era callejero por derecho propio,
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.

Aunque fue de todos nunca tuvo un dueño
que condicionara su razón de ser,
libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer,
sin tener horario para hacer la siesta
y rendirle cuentas al amanecer.

Era nuestro perro y era la ternura
que nos hace falta cada día más,
era una metáfora de la aventura
que en el diccionario no se puede hallar.

Era nuestro perro porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad
y era de los niños y del viejo Pablo
a quien rescataba de su soledad.

Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar,
era en nuestro barrio como del paisaje,
el sereno, el cura y todos los demás.

Era el callejero de las cosas bellas
y se fue con ellas cuando se marchó,
se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó.

Nos dejó el espacio como testamento,
lleno de nostalgia, lleno de emoción,
vaga su recuerdo por mis sentimientos
para derramarlos en esta canción.

tus iguales dijo...

Es triste que muera un animal querido. De todos modos, es posible que al principio no sientas nada. En tal caso, estará bien. O tal vez tengas muchas ganas de llorar y eso también estará bien. Tal vez te sientas sola porque considerabas a tu mascota un amigo muy especial. Hasta es posible que estés furiosa con el veterinario por no ser capaz de salvarle la vida. Tal vez te sientas culpable al recordar alguna vez en que no te portaste bien con tu mascota.

Algunas personas, cuando se les muere una mascota, sienten que nadie puede entender cómo se sienten. Alguien le dijo a María: "Puedes tener otro perro". Pero María sabía que nunca tendría otro perro como Rufus. Aunque María también se empezó a preguntar si era normal llorar por un perro,por supuesto es mi mejor amigo.No lo dudes.

Anónimo dijo...

Mira en este blog a Victor,y en cuatro patas.Un abrazo.Ah y en amigos de los animales.

Anónimo dijo...

Ya no lo encontraré en casa cuando regrese, ya nadie me recibirá como él solía hacerlo, todas esas cosas se han ido, pero aún queda el recuerdo de los buenos momentos guardado en cada corazón.

Una de las cosas más terribles que atravesarán las personas que han perdido a su perro, no se centrará solamente en el día específico de la muerte, que si bien es muy doloroso y toda la ceremonia del entierro, si la hay, también lo es, el rato más amargo llegará luego, cuando en los días siguientes te des cuenta de que tu mascota ya no está más.

En el caso, por ejemplo, de un amigo su mascota venía todos los días a eso de las 5 de la tarde y rascaba la puerta de su cuarto para quedarse a dormir allí un rato, su mascota ya no está más, pero a los dos días de su muerte le pareció escuchar un ruido en su puerta, pensò que sería él, peor se acordò que ya no está aquí con el.

Como este tipo de cosas pasarán muchas que inundarán nuestros recuerdos, sin embargo, lo mejor de todo es recordar a ese ser querido, a nuestra querida mascota, como solía siempre ser, con la alegría de los buenos ratos que pasamos, recordando sus travesuras, pero sin pena, sino con la alegría de saber que ahora nuestro perro está descansando y que en algún momento, tarde o temprano, nos volveremos a encontrar.

Anónimo dijo...

Yo se porque se había ganado tanto vuestro cariño,no tengas tanta pena lo has cuidado perfectamente en todo hasta por encima de tus posibilidades.Yo lo se.Tus compañeros.