Te acaricio el sedoso pelo.
Escucho tu ronroneo.
Tus garritas me masajean.
Eres una bolita blanca y negra.
Eres como un algodoncito mullidito.
Eres como un peluchito vivo y tierno.
Duermes en mi regazo como un niño pequeño.
Yo, al contemplarte, me relajo y extasío.
Siento envidia y en un momento,
quisiera cambiar los papeles,
para poder, como tú,
recibir amor a raudales.
Nati San Martín.
2 comentarios:
Mi querida amiga, tan dulce, maravillosa y poeta. Como todo lo que tú haces, ¡MARAVILLOSO¡
Ten cuidado con tu alta confianza,incluso ahí van malos.Por ejemplo el hombre del saco y se lleva a los gatitos.
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