Mi tejado está necesitando una buena reparación, así que cuando el viento tiró unos chopos cerca del río, fuí allí con la motosierra y labré algunas vigas.
Era muy difícil sacarlas, pues miden seis metros y se encontraban en un lugar profundo, casi selvático..
Pero en junio "sí se pudo": Llegaron de Cantabria Luis, Reyes, Santiago y Marcos y trajeron consigo su habilidad, su fuerza (y su polipasto). Gracias, amigos.
Gracias también a Pedro por las ruedas.
1 comentario:
Esto me recuerda cuando yo acarreaba los pinos, pero que antes de colocarlos en la carreta había que "arrastrarlos" sin ruedas, y con la yunta de vacas uncidas al ubio unido al tronco de pino.
Seguramente, en tus circunstancias, lo más inteligente era hacerlo como lo hiciste.
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