Esa especie de racimo de dátiles es un conjunto de realeras.
Dentro de cada una se desarrolla una reina.
De entre todas, la primera que nazca, o bien
se marcha volando seguida por la mitad de la colonia,
o bien mata al resto de las reinas nonatas y se
queda al frente de la colmena.
Días después, sale (por única vez en su vida)
a fecundarse y cuando regresa, empieza a poner huevos.
A partir de entonces, todas las abejas que nazcan serán sus hijas
y heredarán sus características genéticas.
4 comentarios:
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fafricando en él
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
ole y ole los poetas!
Tengo tele, tengo radio, tengo libros para leer; pero hoy mi interés está, en sentarme frente al ordenador para consultar tu blog.
En el está el ingenio, la ternura, el humor y la sabiduría.
Gracias Joseba.
Es que la tele está muy mal, anónima.
Menos una cadena, cuyo nombre empieza igual que un equipo italiano, que no es la Juve.
Ahí tienes humor a espuertas.
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