Antes de comenzar la carrera un montón de aficionados
esperaba turno para fotografiarse con el campeón.
Era el verano de 1991.
Era el verano de 1991.
El pelotón había tomado la salida unos minutos antes,
se lo estaba gritando un mecánico...
pero Miguel esperó a que el padre de este
emocionado muchacho sacara la foto
antes de salir pitando en busca de sus compañeros.
Entonces, les fotografié.
Entonces, les fotografié.
Con tres pedaladas, Indurain había cruzado el parking
y ya estaba en la carretera.
Algunas horas después llegaba el primero
a la meta en el alto de Arrate.
Y semanas más tarde ganaba por primera vez
el Tour de France.
3 comentarios:
Como siempre tú en el momento preciso ni más ni menos,Un abrazo
Su mujer es de Lazcao y en una visita que realizo al lugar y mientras mis amigos nos miraban con cierta envidia yo le di la mano y cruzamos dos palabras de aficionado a un gran campeón que es y también eran sus mejores tiempos (que suerte) que quieres que te diga Begoña presumo de eso y no todos pueden decir lo mismo
siiiiiiiiiiiiiiiii hay que presumir de las cosas buenas y mas de este gran campeón ,buena persona y yo tambien lo conozco es de Villaba (Navarra)tienen una de las mejores asociaciones .
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