Son muchos los amigos de distintas procedencias
que han ayudado en las obras de casa este verano.
En representación de todos ellos, y con mi agradecimiento,
aquí está en el andamio David el valenciano,
que nunca antes había revocado una pared con barro
(como casi ninguno de nosotros).
Pero a base de paciencia y cariño ha rematado
la cara sur como si fuera el mismísimo Jorge Belanko.
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