Justo en la entrada del colmenar el viento tumbó éste pedazo de árbol que ya llevaba algunos años muerto por la
grafiosis , esa simpática enfermedad que ha acabado con la mayoría de olmos peninsulares.
Cuando el gran Antonio Machado se encontró un olmo seco hizo un poema eterno.
Nosotros (insensatos y prosaicos) haremos leña.
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