Marcos, el guarda forestal responsable de toda ésta zona, me hizo prometer el otro día que emplearía la madera del viejo olmo para hacer un banco o un puntal para la fachada...
-Un fin más noble que la estufa, dijo.
Aunque yo junto a la estufa me siento como un rey (y el gato "Calcetines" ni te cuento), finalmente se lo prometí y lo cumpliré.
Mira por dónde, un recto funcionario del Servicio de Guardería Forestal de la Junta de Castilla y León es quien nos desembrutece, nos acerca a Machado, nos vuelve poetas. Vivir para ver.
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