

La semana pasada, mientras sacaba los panales de una vieja colmena que había muerto éste invierno, observé que un ratoncillo se había instalado en ella, royendo la madera y la cera.Los ratones son capaces de destruir bastante material durante el invierno, a poco que uno se descuide.
No me gusta matarlos, así que lo solté, y en lugar de escapar corriendo, se quedó un rato en la hierba, despidiéndose del que había sido su hogar.
Durante la primavera pasamos mucho tiempo saneando y reparando el material que necesitaremos a lo largo de la temporada.
Es una tarea pesada, pero muy necesaria: A mejor limpieza en alzas y panales, mayor salud de las abejas...
En eso y poco más se resume la felicidad apícola.
1 comentario:
Marditog roedorezzzz!
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